Climax descubierto

Clímax descubierto

-Navegante-

Mar abierto esperando:

Cielo cerrado

Lunas de leche

Sollozos del viento.

Olas inclinadas

Abajo, arriba

Horizontalmente en medio

Suspendidas.

Hacia los extremos

El mar las sacude

El viento las arrastra

Al interno maremoto

Que se viene.

Desarraigando las aguas

Del clímax descubierto.

Autor: Roberto Carlos Dávila Torres.

Escrito: 18/Mayo/1998

Managua, Nicaragua

Tomaré de ti...

 Tomare de ti… 

Tomare de ti, el extracto

meloso de tu cuerpo,

extraeré los suspiros 

que han estado en tu vientre oculto.

Recorriendo voy el nácar 

de tu piel,

tu pubis como nardos,

Sutiles, nerviosos.

Naufragando voy tus pechos

como un nauta descubridor

de tierras ocultas.

Tiernamente entrando voy a tu nidal, 

a depositar mis ansias, 

mi furia de loco de un éxtasis que te hace, 

que nos hace

llegar hasta desear, desearte, más…

Vamos mi amor 

hasta el último rincón, 

hasta ese clímax 

donde depositare en tu nidal 

toda mi furia de gavilán.

Autor: Roberto Dávila Torres.

País: Nicaragua.

Publicado en 1998

(C) Derechos Reservados de Autor

El tiempo transcurre...

El tiempo transcurre…

¡El tiempo transcurre lento y triste

Como mi vida lejos de ti!

El viento gira en el tiempo y canta.

A lo lejos las hojas secas de los arboles

parecen pronunciar tu nombre

con su boca de alambre.

¡Estas tu tan distante, amor mío!

separados por ríos y valles

por angustia y olvido.

Sin embargo, el viento nocturno

desnuda tu nombre,

me trae tu voz, dulce y silvestre

hacia estas horas que me he inventado

para tenerte.

¡Es tanta la lejanía, que te siento aquí, amándome!

Mas el viento golpea y pasa.

Los arboles se quejan del viento

entre ramas y hojas secas cayendo.

¡Mi amor, aun quedan ramas y hojas verdes

esperando la primavera!

Autor: Roberto Carlos Dávila Torres.-

Escrito el 9 de Mayo de 1998

Sauce-León